Ser mamá y ama de casa es más complicado que ser profesional. En estos momentos tengo un receso en mi vida laboral porque acabo de tener a mi segunda beba adorada, Isabella Cristina. En casa tengo múltiples responsabilidades desde cocinar, lavar, atender a mi hija y, ser la mamita de David e Isabella es lo más complicado para mí.
¿Por qué? Porque mis dos hijos me exigen más que un jefe de una oficina periodística. El varón de 05 años, me dice que quiere educarse para la vida, aprender ciencias de los árboles, pintar los atardeceres, aprender matemáticas, leer nuevos libros y jugar con legos y con su hermanita.
Admiro a todas las mamis de este mundo que solo son "ama de casa", parece fácil, a simple vista, pero es lo más complicado. He aprendido cosas que, antes ni sabía, por ejemplo, los métodos Singapur, Montessori. Tuve que aprender a dibujar para enseñar a mi hijo a colorear un avión.
Lo complicado es darle pecho a mi beba sin estresarme, ni dejarla sola tanto tiempo. Un secreto de la lactancia materna, lo descubrí, es que no puedes estresarte sino no te baja. Debes pensar que eres un ser vivo formado bajo la gracia de Dios y tienes la capacidad de alimentar a esa bebita.
Esta beba pesa 6,600 kilogramos con lactancia materna exclusiva. La pediatra me aconsejó darle cereal o frutas desde los 4 meses por si debo incorporarme al trabajo. Pero no lo haré, es mi decisión propia. Seguirá con teta hasta los seis meses.
Este post lo hice con la intención de desestresarme un rato. Debo confesar que admiro profundamente a las mujeres amas de casa de este mundo. Son las responsables de la educación, formación y desarrollo de un país; porque en cada rincón del mundo hay una mami, detrás de cada profesional hay una mami, una guía y una mujer que marca el rumbo de un ser humano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario